Buenas buenas!
Por acá los saluda Santi Scabuzzo, parte del equipo de Ventas Internacionales de Aero. En esta ocasión, me gustaría contarles acerca de mi viaje por Egipto y Estambul, gracias al FAM que compartimos junto a Egypt 7000, Meridian y Turkish Airlines.
Desde el primer día en El Cairo, nos sumergimos en la civilización egipcia de lleno. Tras encargarnos de los trámites de visado y acomodarnos en nuestras habitaciones del Hotel Intercontinental Cairo Semiramis, visitamos el Museo de la Civilización, almorzamos en un restaurante local antes de pasear por la histórica calle Al-Muezz, conocida por su impresionante concentración de arquitectura islámica medieval. Culminamos la noche en el vibrante bazar de Khan el Khalili, un laberinto de callejones repletos de tiendas, gastronomía típica del lugar y bebidas tradicionales, donde disfrutamos de un té y una deliciosa cena.
Al día siguiente nos aventuramos hacia las imponentes Pirámides de Giza, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, la Esfinge y el Templo del Valle de Kefrén. La tarde la dedicamos a explorar Memphis, la antigua capital de Egipto, y la necrópolis Menfita, hogar de la impresionante estatua colosal de Ramsés II. Nuestro recorrido continuó con un vuelo a Aswan, donde abordamos un crucero que nos llevó por el impetuoso Nilo. Durante este trayecto, visitamos la Alta Presa de Aswan y navegamos en feluca, la tradicional embarcación egipcia. Exploramos los templos de Abu Simbel, Kom Ombo, único por estar dedicado a dos dioses: Sobek y Horus, y Edfu, uno de los templos mejor conservados de Egipto, dedicado al dios Horus.
En Luxor, realizamos un paseo en globo aerostático al amanecer que nos regaló unas impresionantes vistas . Más tarde, visitamos los Templos de Karnak y Luxor, el primero conocido por su gran sala hipóstila con 134 columnas, y el segundo por su avenida de esfinges. También conocimos el Valle de los Reyes, donde descansan las tumbas de los faraones, y el Templo Funerario de la Reina Hatshepsut, que nos dejó sin palabras. Cada noche a bordo del crucero fue mágica, rodeados de las aguas del Nilo y la rica historia de Egipto.
Nuestro último día en este país incluyó una visita al Museo Egipcio, que alberga la mayor colección de objetos del Antiguo Egipto, incluyendo el tesoro de Tutankamón, la Ciudadela de Saladino, con su impresionante vista panorámica de El Cairo, la Mezquita de Alabastro, y el Barrio Copto, conocido por sus iglesias antiguas y la fortaleza de Babilonia. Esa noche, nos preparamos para partir a nuestra segunda parada: Turquía.
Estambul nos recibió con los brazos abiertos. Después de un desayuno, visitamos la impresionante Mezquita Azul, famosa por sus seis minaretes y su interior decorado con azulejos de Iznik, y el Hipódromo bizantino, el antiguo centro de deportes y política de Constantinopla, admirando la Santa Sofía desde el exterior, una maravilla arquitectónica que ha sido basílica, mezquita y ahora museo. Un delicioso almuerzo nos preparó para la visita a la Cisterna Basílica, el impresionante depósito subterráneo de agua construido en la época bizantina.
El segundo día, navegamos por el Bósforo y lo dedicamos a descubrir el Gran Bazar, uno de los mercados más grandes y antiguos del mundo, donde la mezcla de colores, olores y sonidos es simplemente fascinante. Al último día nos trasladamos al aeropuerto para partir hacia Buenos Aires.
La estancia en ambos destinos fue realzada por la excelente ubicación de los hoteles, facilitando el acceso a las principales atracciones. En Egipto, el crucero por el Nilo fue una de las experiencias más destacadas, permitiéndonos admirar con detalle los templos antiguos, mientras navegábamos por el río que dio vida a esta civilización. En Estambul, el paseo por el Bósforo y las delicias del Gran Bazar fueron memorables. La gastronomía local, aunque diferente, fue un desafío delicioso. En Estambul, las baklavas son un manjar que no pueden dejar de probar. Lo que más me impresionó de este viaje, aparte de las maravillas arquitectónicas y la rica historia, fue la oportunidad de conocer la cultura árabe y sus costumbres.
Egipto y Turquía no son solo destinos turísticos, sino puertas a mundos con tradiciones únicas y fascinantes. Egipto, con sus monumentos milenarios, ofrece un viaje al inicio de la civilización. Estambul, con su mezcla de influencias occidentales y árabes, es una ciudad vibrante llena de vida y cultura. Ambos destinos prometen una experiencia inolvidable. Una aventura única que explora la antiquísima historia, la rica cultura y profunda belleza de estos destinos.
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